El pasado Sábado 10 de Marzo participé en la que ha sido mi primera duatlón. La verdad es que si no llega a ser porque dos grandes amigos han decidido crear “Moove Sports Club”, empresa organizadora de eventos deportivos, quizás nunca hubiese decidido participar en ninguna prueba de ese estilo. Las sensaciones que viví durante la prueba fueron muy diferentes en función del momento en que me encontraba. El hecho de estar más de dos horas seguidas sin parar provoca que para la gente que no está acostumbrada, se pasen por diferentes estados anímicos y más si la prueba se realiza en un zona montañosa.
La prueba empezó con un “running” suave de 1km, el cual afronté muy tranquilo como casi todos los participantes, excepto un amigo (GGN) a quién le pudo el salir en las primeras posiciones tras la primera transición, estaba claro que así iba a ser conociéndole bien. La verdad es que se notó que era mi primera carrera de este tipo ya que a los cien metros de salir, aproximadamente, se me desabrochó una zapatilla, y por razones inexplicables decidí no abrochármela hasta la primera transición. Supongo que fueron las ansias de la carrera y no perder el tren a primeras de cambio. La verdad es que no fue la mejor decisión.
Llegó la primera transición. Subirse a la bici y a pedalear. En un primer instante obtuve ventaja ya que no me cambié de calzado. Casi todo el mundo utilizaba calzado especial para bicicleta con pedales automáticos. En este momento me até los cordones y sin más me subí a la bici. Adelante bastantes posiciones. Hacía más de dos años que no me subía a una bici que no fuera estática. Lo cual es hecho que no hay que olvidar.
Los primeros quilómetros transcurrieron a lo largo de carreteras y caminos bastante llanos en los varios participantes que había adelantado en la transición me adelantaron. Caras conocidas con gestos de complicidad y siempre dando ánimos! Al fin y al cabo es una competición en el que el buen ambiente y la confraternización siempre está presente y así es como ha de ser! En el km4 empezaron las grandes cuestas, ya lo habían advertido pero a la hora de la verdad se hicieron más duras de lo que me esperaba. El hecho de estar en los pirineos tampoco ayudó. Poco a poco se iba haciendo más duro. Los participantes que iban por delante se alejaban cada vez más, incluso algún participante me adelantó en plena subida.
En un momento dado, un participante que iba pocos metros por delante mío se bajó de la bicicleta debido a la dureza de las cuestas. Parece mentira pero yo seguía pedaleando con todas mis fuerzas, y pese a que el subía caminando no lograba darle alcance… En ese momento decidí bajarme de la bici unos metros ya que era sin duda malgastar energías pensé en ese momento, o como he comentado anteriormente un momento de flaqueza. Al cabo de unos minutos, decidí subirme de nuevo a la bici y seguir sufriendo. Al poco me adelantó un amigo con dos “GoPro’s” y grabando a los demás participantes. Me dio ánimos y siguió pedaleando hacia arriba. Poco a poco se alejaba…su forma física era muy superior a la mía. Poco después, ocurrió algo que me sorprendió: unos diez caballos miraban como pedaleaba atónitos a los pies de la carretera. Era una situación curiosa.
Seguí subiendo, las cuestas ya eran menos duras y se alternaban con llanuras hasta el km 10 aproximadamente, en ese momento empezó la bajada. Me imagino como la debieron bajar algunos participantes, yo no fue muy agresivo…no me apetecía hacerme daño la verdad. Al acabar la bajada, ya solo quedaban unos quilómetros de rectas hasta la siguiente transición. No fueron muy duros.
Al llegar a dejar la bici, me di cuenta que el ganador justo acaba de llegar a la meta. Ya había corrido los 6km… y yo aún no había empezado el ”running”. Me puse manos a la obra. Durante los primeros quilómetros me crucé con 6 participantes más. Quienes me dieron muchos ánimos. Los primeros quilómetros no se hicieron muy duros y logré adelantar a algún participante. Pero a medida que adelantaba metros, las piernas estaban cada vez más cansadas y pequeñas cuestas se convertían en auténticos infiernos.
Poco antes del avituallamiento, otro corredor me dio caza pero al poco se ralentizó su ritmo y le volví a adelantar. Parece que no le aguantaban más las piernas. Seguí con la prueba. A falta de 2,5 km, aparecieron dos amigos en un coche. Uno de ellos se bajó y me acompañó hasta el final. Cada vez era más duro y el no paró de animarme. La verdad creo que hubiera acabado de todas maneras pero fue una gran ayuda para no tener otro momento de flaqueza mental y decidir andar en un momento dado: muchas gracias Carlitos, todo un amigo.
Otro momento curioso fue cuando el corredor que ya me había adelantado y poco después se detuvo prácticamente, volvió a adelantarme, esta vez a un ritmo bastante elevado. Muy incomprensible. Al acabar me contaron que se había puesto un gel (de los que se toman para ganar fuerzas) en las piernas. Lo cual demuestra que muchas veces el cansancio es mental.
De allí al final no ocurrió nada más destacable, logré cruzar la meta, recibí las felicitaciones pertinentes de mis amigos y a estirar. Estaba bastante cansado, por no decir MUY cansado. Pero estaba muy orgulloso, logré acabar la prueba en la posición 30 de 47. Podría haber hecho menos tiempo de haber sido más fuerte mentalmente, pero para ser la primera prueba de este tipo no me puedo quejar.
Poco más tarde, el reparto de premios y la “after run party”. Por cierto muy divertida. Bajo mi punto de vista: un gran éxito toda la prueba en sí y lo que representaba.
Por cierto, me gustaría mencionar a otro gran amigo que en principio debía correr conmigo, y que por una lesión de última hora no lo pudo hacer. Una lástima Alex, sin duda hubiéramos hecho un gran team y el resultado hubiera sido mejor. La próxima no te libras!
Prometo dar guerra en Cadaqués! Mi primer triatlón!
